jueves, septiembre 25

De Santa Fe a Polanco

Chiiiiin. Ya no llegué. No no no. Sí llego, si llego. ¿Quince minutos? Fácil. Si solo es aquí a Polanco. Aunque quién sabe con esto del tráfico. No no, claro que llego. Ahorita nomás agarro Reforma. Palmas seguro esta atascado a esta hora. ¿Qué, serán unos veinte minutos? Bueno, chance y como treinta… ¿Cuarenta?

Pooota, ¿donde dejé las llaves? Llaves, llaves, llaves. Ah, llaves.

- Wey, ¿qué hacemos con Lite cawn?

- Te hablo al rato ¿no wey? Tengo que llegar a Polanco así right now.

- Uta, a esta hora ya no llegaste cawn; pero suerte wey.

- Sale wey, nos vemos mañana.

Ey gallo, ¿no sabes si ya está normal Reforma? Pues no sé joven, se me hace que ya ha de estar bien. Sale, nos vemos mañana gallito.

No es POSIBLE este semáforo. Me voy a echar media hora aquí namás.

(Naturalmente, como es de esperarse de todo hombre hecho y derecho, comienza la búsqueda de la viejísima amiga La Escusa.)

¿Un cigarro joven?

No, estoy bien gracias.

Pero si no está bien. Que ansias no poder hacer nada por el tráfico.

Las ganas de tocar el claxon, los nervios y las mentadas al que se le cerró se amarran de agujetas y tropiezan uno con el otro en su garganta.

Tranquilo papacito, que por más que toques tu “solo-impresionante” de batería imaginaria en el volante, no vas a lograr quel camión de gas se de la vuelta en U más rápido.

Que pena nena pero no sabes la bronca que se armó cuando un coche le chocó a un pesero. Un Seat se pasó el alto; en eso que pasa una combi voladísima y que sale volando el pendejo. Te lo juro. En frentitito de mi. Por suerte y no me cayó encima. El profe nos dejó salir como media hora tarde. Atropellaron al que vende cigarros en el semáforo. Perdón flaca, es que El Tikis me pidió ride a su casa. Ya sabes. Que vive en el pueblo ese. HORAS en salir. No te imaginas el problemón que se armó cuando Ya, ya, ya ¡ya! Ya avanzó; ahuevoo. Voy que vuelo, comper, comper. ¡Fíjate wey!

¿Horacio? ¿Estaba sobre Horacio? ¿O dijo Homero? Euler seguro. Agh, como me CAGA preguntar carajo. No no, Homero, es sobre Homero. Segurísimo.

- Disculpe, ¿el Palacio?

- Moliere joven. Aquí se sigue derecho y

- Sí, sí. Ya se, ya se, gracias.

Moliere, claro, ni para qué pregunto, ni sabe ese viejo. Ya sabía que plaza Moliere, entre Homero y Horacio.

- Perdón nena no sabes el trá

- Está bien gordo no te preocupes; pero ya vamos ¿no? Me muero de hambre.

lunes, septiembre 15

Recétame tú

Fíjese usted, que me duele la boca del estómago.
De ahí, pincha el vientre y de ahí hasta las manos y los dientes. Para cuando llega allá, ya se convirtió en angustia. Ay pero QUÉ angustia.

Los dientes están bien bien apretados, como listos para un golpe o un adios.
Las manos sudan frío, temblorosas pero tensas. Exprimien las angustias.
Hay algo vacío..... por ahi. No sabría decirle dónde exactamente. Así como si una aspiradora succionara y se llevara partes muy importantes. El resto de mi ya no sabe que hacer.

Ah no no, no es cierto. Pero si no se han ido. Da miedo. Da muchísimo miedo. Todavía no se van, pero amenazan y se escucha decir que en cualquier momento nos dejan (¿al cuerpo nada más?).

Las lágrimas no se forman en la garganta, ¿o si?
No, yo sabía que no, pero fíjese usted que así se siente. Y me ahogo. Tanta angustia que me ahogo con las lágrimas de la garganta.

Ay no no, pero si quiero vomitar. Usted disculpará, devolver el estómago.
No no mejor no. ¡Ay pero QUÉ miedo!

No sé, no sé, ¿miedo de qué? no sé.
No quiero, no quiero. Quiero, quiero que ya se pase. Descansar un poco, fíjese usted. Pero no no no! Mejor no. Por que si pasa entonces... pues pasará.

Pero que ESPANTOSO es esto de esperar. Espero que pase pero si pasa, puede que pase algo malo! Muy muy MUY malo. Me siento, me levanto; me acuesto, 'pego el brinco'. No hallo cómo estar, ni como ser (sin él). ¿Por qué tengo que esperar? ¿Qué estoy esperando?

Si, por favor, verde con menta y un canderel.

Ay pero QUÉ mareos. Nauseas y dolor. ¿Sabrá usted porqué explota la burbuja de dolor? Es mucho más conveniente, hay que admitir, cuando duele en un lugar específico y ya.

Ay ay ay. Mareo mareo mareo. Duele duele duele. Que angustia, qué barbaridad. Que miedo que miedo que miedo. Deja de temblar. Guacala guacala guacala.
Estoy segura que ha visto un globo explotar. ¿Uno rojo quizás? (sólo que son mis favoritos).
Mucho me temo que mi mente no aguantará seguir dando vueltas y vueltas; corre y corre; de arriba abajo, de un lado a otro, por mucho tiempo más. Llegará un momento que: BOOM.

Ya dígale que se pasen estos síntomas. Ya dígale que me dejen en paz.
Pídale que me diga que me ama. Que me diga qué pasa y qué tengo que hacer. Dígale que estoy muy grave, que mis pulmones no funcionan bien así. Dígale que si no se llenan los vacíos, colapsaré en un terrible estado de inexistencia ter-mi-nal. Ya dígale que me perdone y que me tome una vez más. Ya dígale que con esta enfermedad, uno nunca puede ser como antes. Explíquele que ya no voy a poder vivir normalmente. Explíquele que voy a necesitarlo para pensar, reir y respirar.

Le pido que le diga porfavor.

Se lo pido; que le diga que lo extraño desde mi vientre y de mi dedo pulgar. Que lo extraña mi frente y mi nariz. Dígale usted, para que le crea. Que ya no voy a ser así. Dígale que entre lo que quedó de la explosión están cachitos de mi muñeca, mi cadera, de mi oreja y mi talón. Dígale usted que es importante. Que me esta matando, y la que la espera lo hace peor.

Bugambilias

- Eimy! Eimy Guadalupe! ¿Y Eimy? Orale Luis, ¿donde está esa niña?
- Sepa, se fue hace rato.
- Como de que no sé, pues ve a buscarla pues. Ándale.

Que te busca mi mamá. Hmm. Andale Eimy que si no me va a tocar a mi. La niña ríe.* Bueno pues Luis. Pancho, te vas a quedar con Luis y orita vengo. Él te cuida bien. No seas Eimy, llévate a tu pinche muñeco. La niña corre* Bueno pero conste que yo no lo voy a cuidar eh!, grita Luis.

- ¿Que pasó ma?
- Ándale escuincla, siempre metida en donde no debes. ¿Que no escuchas que te andamos buscando?
- Es que Pancho…
- Córrele. Ponte uno de los listones de Marilu y ve con tu mamá Sol. Te anda buscando ese gringo de la foto de la otra vez.
No era gringo.
Gordon Faulkner estudiaba en The University of Northampton, Park Campus, Boughton Green Road, Northampton NN2 7AL.

Eimy conocía todo el mercado. Conocía las láminas de aluminio, dónde estaban pintadas y donde no. Conocía donde guardaban la basura del día, donde podía esconder a Pancho. Conocía a todos los de los puestos....

sábado, septiembre 13

Preview 3: Se Venden Hielitos de Colores

Caen en la costumbre, la rutina. Dejan de ser nuestros personajes, vuelven a ser acciones. Pasan los años, 8 para ser exactos. Escuchar ronquidos de las ocho de la mañana que parecen anunciar al mundo entero que se prepare. Despertarse. Levantarse. Encender la lámpara del buró.

Chin.

Perdón. Recordarlo y apagarla en-se-gui-da. No hay que molestar

El juego de todas las mañanas. Arreglarse a tientas, saber que esta despierta. . . pero no funciona así el juego ¿verdad?

Se puede caer en su “gracia” sí (y solo sí) hacemos de cuenta que sigue dormida.

“Dormida” escucha el desayuno y la rutina de preparar su única arma contra el mundo: su cámara
negra.

Ese lado obsesivo-maniático de ella insiste que se escucha claramente el sonidito (TAN) molesto de los sorbos de café negro. Un endulzante sin aspartame: splenda.

- Es que está muy caliente

- Pues no lo calientes tanto, ponle 1:30

- Ah.

- Mmm

La cámara negra. Un amor de tres que NO funciona. La cámara negra: amante descarada. La cámara negra: que se roba a MÍ esposo. Mío, mío, mío.

Es justo (y necesario) admitir/confesar que al principio le ¿gustó?... le… ¿cayó de variedad? Ese primer encuentro con la cámara negra.

A él le gustaba fotografiarla. Ella se sentía hermosa y especial. Lo hacía en cada momento y cada lugar. Fotos desnudas cubrían las paredes del depa. Un pedazo de cinta adhesiva (evitando el machetazo a la continuidad del texto que da la palabra “diurex”) aquí, pegado a la pared lisa: “Actriz en tocador soñolienta”. 08-03-08 en blanco, esquina derecha inferior.
La favorita: 14-02-08 en el espejo. Bromea él: “En plena passion (pronunciado en inglés) mi rey” también llamada: “Bien acá sexy mi flaca”.

Ella ríe………….. reía.

La cámara negra siempre entre los dos. SIEMPRE.

Si existe una fobia. . . esa. Y si no, nombrémosla: lacamaranegrafobia. Se convierte (¿conviértese?) en una obsesión; una enfermedad; definitivamente NO es normal.
Ay, pero es una actriz. ¿Exagera?
Ella ha llegado a odiar esa negra tanto como al imbécil que le aseguró que nunca sería actriz. Pesadilla tras pesadilla, y ella no duerme, pasa ratos imaginando el “asesinato” macabro. (porfavor: quisiera recordar a mi amiga pepa Salazar. Gracias.) ¿Exagera, es una actriz, así son las actrices?

No es justo. Noesjustonoesjusto no es justo. Lactriz quiere venganza.

Ahora a buscar esa vieja libreta azul.

(Siempre le dijo así, aunque de azul tuviera sólo el contorno de las florecitas amarillas. En el fondo (a él) siempre le molestó mucho.

- ¿Gordo? ¿Me pasas mi libreta azul?

*sabía a cual se refería, lo sabía perfectamente, pero hervía por dentro al escuchar “la libreta azul”. NO ERA AZUL.* En su lucha silenciosa:

- ¿Cuál azul?

- La que está en el cajón de mi buró, ¿ya sabes cual?

- Ahh la de florecitas… si flaca, ya voy.)

Z, T, P, N, L, (su extraña maña (ña-ña-ña) por hacer todo de abajo hacia arriba/atrás para delante) G, F, E, D. Diego G.

(Él la regañaba: ¿porqué por primer nombre?
Ella se defendía: Pues nunca me acuerdo de los apellidos gordiflais.)

Marcando: beep… beeep… beeeep… en efecto, cada “beep” suena más largo que el anterior… beeeeeeeeeeeeeeeep.

Piensa: ‘cambiaba su celular cada 3 segundos que lo perdía, hasta creo que me va a contestar.’

Beeee- voz conocida/familiar/simpática:

- ¿bueno?

- ¡hola! (voz sazonada con sonrisa grande)

Con el corazón latiendo muy fuerte, ella piensa: “no se vaya a oir por el auricular… ¿auricular? ¿De cuando acá uso palabras tan nice? Ja… Ya ya! Estoy nerviosa, callen callen pensamientos, ¡a poner atención!”

- ¿Quién habla?

- Yo. (“bien que sabe quien soy, que no se haga”)

- Hooooooola corazón. ¿Cómo tas? ¿Qué me cuentas de nuevo? ¡Ya ni me hablas, ni mais de ti reina!

Ella Piensa: “¿y si resultó ser gay? Siempre dudamos con eso de sus masajes y que nunca aprendió a bes|

- ¿Yo?! Tú ya eres muy nice para viejos amigos ¿o qué? ¡Ya no sabemos nada de ti!

(nota: claro está que el usar términos como “sabemos” y “amigos”, son parte de un engaño personal para huir de la culpa que la ve de reojo, invitando a tomar consciencia. Amenaza, intimida la culpa: “¡Pero no! ¡Cero me interesa a mí! Hablo de nuestro viejo grupo de amigos. Ob-vio.)

- Pues a ver cuando vamos por un café o algo ¿no? Para platicar a gusto.

- ¡claro!

- Pues sí, pero túuuu nunca puedes.

- ¿Yo? Claro que puedo.

Piensa: “exactamente, palabra por palabra, tal cual, la misma conversación que las últimas 3 llamadas de los últimos 5 años. Pero ay te va en serio Dieguito.

- Con eso que vives en el norte

- No no, acuérdate que me cambié a Polanco.
Te invitamos. ¿Te acuerdas? A comer.

- Ah neta neta. ¡Ah! ¡Polanco! ¿Te acuerdas?

- Ay, teníamos catorce.

- Justo ando cerca, acá por Chaultepec. ¿Paso por ti?

- Ándale pues.

Piensa: “fue su idea, idea suya de él.”


Alto Chai Latte helado light porfa.

28 pesos ¿a nombre de quién?

- Yo pago. (*Rápidamente, una caballerosidad falsa-de-la-manga.*) Y un Vainilla Latte Grande si?

Y a sacar billete de 200. Era de esperarse.
Y cuéntame… ¿Cómo te trata la vida?

Ella no pudo. Sí, claro, Diego es el conocidísimo wilo de renombre y “mejor amigo” de toda la vida. Primer amor, etc, etc.

Siempre se había refugiado en él.

Siempre le funcionaba.

A lo largo de su adolesencia, solía huir con él. Acostumbraba terminar relaciones incómodas por él. Unas ‘uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu’ número de veces.

Pero no pudo. Esta vez fue diferente. No. Aclaración:

Igual que siempre, “insinuó”.
Igual que siempre, “ca

mi

nan de la mano” (como amigos). Igual que siempre.

Pero esta vez, the show did NOT go on. (¿igual que nunca?)


Levantándose:

- “gracias”, le dijo “mi best friend forever amor”.

- ¿de nada?

- ¡Mua, mua! Ya se me hace tarde y llega mi gordo hermoso de trabajar. *muy en papel y control de ella misma* Gracias por el cafecito Dieguito de mi life!

- Eh… sí sí. A ver si ahora si nos vamos a echar el coffee más seguido reina. ¿Te regreso a tu house?

- No corazon, muchas gracias, tomo un taxi rapidín y ya. ¡Salúdame a tu mamá!
*guiño de ojo coqueto igual que siempre. Una actriz*

Habría de recordarlo bien. Ese día murió la cámara negra. El héroe: Dieguito de su life: Ex wilo exterminador de amantes indeseadas.

Gordo Hermoso fue recibido por una luz tenue; música de ambiente, olor sensuaaaaal de esas velas que tanto le gustaban a Su Flaca Preciosa, y Bella Actriz lista para su photoshoot.

Sonríe una sonrisa de oreja grande a oreja grande: cámaranegra en mano